Descripción general
La colocación del balón intragástrico es un procedimiento para bajar de peso que consiste en colocar un balón de silicona lleno de solución salina en tu estómago. Esto te ayuda a perder peso al limitar la cantidad que puedes comer y hacer que te sientas más lleno más rápido.
El procedimiento con balón intragástrico puede ser una opción si tienes inquietudes acerca de tu peso, y si la dieta y el ejercicio no han funcionado para ti.
Al igual que otros procedimientos de pérdida de peso, un balón intragástrico requiere un compromiso con un estilo de vida más saludable. Necesitas hacer cambios saludables permanentes en tu dieta y hacer ejercicio regularmente para ayudar a garantizar el éxito a largo plazo del procedimiento.
Por qué se realiza
La colocación de un balón intragástrico te ayudará a bajar de peso. Al adelgazar, es posible reducir el riesgo de que se presenten problemas de salud potencialmente graves relacionados con el peso, como los siguientes:
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- Enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares
- Presión arterial alta
- Apnea obstructiva del sueño
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) o esteatohepatitis no alcohólica (ENA)
- Diabetes tipo 2
Por lo general, la colocación del balón intragástrico y otros procedimientos o cirugías para bajar de peso se realizan únicamente después de haber intentado bajar de peso con mejores hábitos alimenticios y ejercicio.
Quiénes pueden someterse a este procedimiento
Un balón intragástrico puede ser una opción para ti si:
- Tu índice de masa corporal está entre 30 y 40
- Estás dispuesto a introducir cambios saludables en tu estilo de vida, a realizarte un seguimiento médico cada cierto tiempo y a participar en sesiones de terapia conductual
- No te has sometido a ninguna cirugía de estómago o esófago
El balón intragástrico no es la mejor opción para todas las personas con sobrepeso. El proceso de selección le permitirá al médico determinar si el procedimiento será beneficioso para ti.
Riesgos
El dolor y las náuseas afectan a un tercio de los pacientes poco después de la inserción del balón intragástrico. Sin embargo, estos síntomas solo suelen durar unos pocos días después de la colocación del dispositivo. Por lo general, se pueden controlar con medicamentos orales en el hogar.
Aunque es poco común, es posible que aparezcan efectos secundarios graves después de la colocación del balón intragástrico. Llama al médico de inmediato si tienes náuseas, vómitos y dolor abdominal en algún momento después de la cirugía.
Entre los riegos potenciales se incluye la deflación del balón. Si esto sucede, también existe el riesgo de que pueda trasladarse por el aparato digestivo. Esto puede causar una obstrucción y tal vez sea necesario realizar otro procedimiento u otra cirugía para retirar el dispositivo.
Otros posibles riesgos son el inflamiento excesivo, pancreatitis aguda, úlceras o la aparición de un orificio (perforación) en la pared estomacal. Para solucionar este problema, puede que haya que realizar una cirugía.
Cómo prepararse
Si te van a colocar un balón intragástrico en el estómago, el equipo de atención médica te dará instrucciones específicas sobre cómo prepararte para el procedimiento. Es posible que necesites hacerte varias pruebas de laboratorio y exámenes antes del procedimiento.
Es posible que debas restringir lo que comes y bebes, así como los medicamentos que tomas, en el tiempo previo al procedimiento. También es posible que te pidan que inicies un programa de actividad física.
Lo que puedes esperar
Durante el procedimiento
El procedimiento del balón intragástrico se realiza en la unidad de endoscopia como un procedimiento ambulatorio. Te sedarán para poder comenzar.
Durante el procedimiento, el médico empuja por la garganta hasta el estómago un tubo delgado (sonda) que contiene el balón intragástrico. Luego, el médico introduce un endoscopio (un tubo flexible con una cámara conectada) por la garganta hasta el estómago. La cámara le permite al médico ver el balón a medida que lo llena con solución salina.
El procedimiento dura alrededor de media hora. Si todo sale bien, podrás irte a casa una o dos horas después de que haya terminado el procedimiento.
Después del procedimiento
Puedes empezar a tomar pequeñas cantidades de líquido unas seis horas después del procedimiento. Por lo general, la dieta líquida absoluta continúa hasta el comienzo de la segunda semana, cuando podrás comenzar a comer alimentos blandos. Es probable que puedas empezar a comer los alimentos que consumes habitualmente unas tres semanas después de la inserción del balón intragástrico.
Los balones intragástricos se dejan donde están hasta por unos 6 meses y, luego, se extraen con un endoscopio. En ese momento, puedes colocarte, o no, un balón nuevo, según el plan que hayas establecido con el médico.
Después del procedimiento, también te reunirás a menudo con los miembros del equipo médico, como con el nutricionista y el psicólogo.
Resultados
Un balón intragástrico puede hacer que te llenes más rápido de lo normal cuando comes, lo que a menudo significa que comerás menos. Una de las razones puede ser que el balón intragástrico ralentiza el tiempo que tarda el estómago en vaciarse. Otra razón puede ser que el globo parece cambiar los niveles de hormonas que controlan el apetito.
La cantidad de peso que pierdas también dependerá de cuánto puedas cambiar tus hábitos de estilo de vida, incluida la dieta y el ejercicio.
En base a un resumen de los tratamientos actualmente disponibles, generalmente se pierde entre el 7 % y el 15 % del peso corporal durante los seis meses posteriores a la colocación del balón intragástrico. La pérdida total de sobrepeso oscila entre el 30 % y el 47 %.
Al igual que otros procedimientos y cirugías que conducen a una pérdida de peso significativa, el balón intragástrico puede ayudar a mejorar o solucionar afecciones que a menudo se relacionan con el sobrepeso, que incluyen:
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico
- Cardiopatía
- Presión arterial alta
- Apnea obstructiva del sueño
- Artrosis (dolor en las articulaciones)
- Diabetes tipo 2
- Colesterol alto
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) o esteatohepatitis no alcohólica (EHNA)
Cuando los procedimientos para bajar de peso no funcionan
Es posible que no pierdas mucho peso o que vuelvas a subir de peso después de cualquier tipo de procedimiento o cirugía para adelgazar, incluso si la intervención en sí tiene éxito. Puedes llegar a aumentar de peso si no sigues los cambios de estilo de vida recomendados. Introducir cambios saludables y permanentes en tu dieta y hacer actividad física y ejercicio con regularidad es necesario para no volver a subir de peso.